sábado, 28 de enero de 2012

Curiosidades sobre la subida de impuestos



Una de las primeras acciones del nuevo ejecutivo presidido por Mariano Rajoy ha sido la aprobación por la vía urgente de un paquete de duras medidas dirigidas a la reducción del déficit público. Según estima el Banco de España el mismo se situó en el año 2011 en el 8,1% cuando el objetivo oficial era del 6%.
Para el presente año dicho objetivo es del 4,4%, por lo que el reto se presenta harto complicado por no decir casi inasumible, de ahí la dureza de las medidas adoptadas.
Dejando un resquicio para la esperanza hay que decir que los objetivos oficiales de déficit fijados tanto para 2011, como para 2012 y 2013 fueron establecidos descontando unas perspectivas de crecimiento positivo de la economía del 0,7% 1,1% y 1,8% respectivamente . Dichas perspectivas han cambiado radicalmente estimándose una abrupta recesión tanto para el presente como para el próximo año. 
Y es a esto a lo que se aferra Rajoy por mucho que jure y perjure que España cumplirá con el objetivo del 4,4% para este año. Espera ansiamente que las nuevas perspectivas de recesión fuercen a las autoridades europeas a atenuar los objetivos de déficit, cosa que a medida que pasan las semanas parece bastante probable.

Volviendo a las duras medidas aprobadas por el gobierno, destaca entre ellas la subida temporal de impuestos(directos) establecida. Cabe reparar en dos ideas interesantes.
La primera de ellas es la Curva de Laffer(imagen). 
A grosso modo la misma establece la existencia de un punto a partir del cual las subidas de impuestos no generan más recaudación sino más bien lo contrario, ya que deprimen la actividad económica.
El aumento de impuestos disminuye la renta disponible y con ello el consumo por lo que la producción decae.
Aunque en cierto modo acertada, dicha idea presenta algunas salvedades. En el tramo más elevado del impuesto sobre la renta el efecto negativo de una subida es de dudosa probabilidad puesto que a estos niveles la mayor parte de las ganancias provienen de otras fuentes, véase SICAV y otras rentas del capital que tributan por otras vías.

La segunda idea a destacar es la Progresividad en frío del impuesto sobre la renta.
El IRPF se aplica por tramos de renta. Tras las subidas aprobadas, los primeros 17.707,20 euros tributan al 24,74%, desde ese nivel hasta los 33.007,2 euros tributan al 30%, desde los 33.007,3 hasta los 53.407,2 al 40%, desde los 53.407,3 hasta los 120.000,2 al 47%, desde los 120.000,3 hasta los 175.000,2 al 49%, desde los 175.000,3 hasta los 300.000,2 al 51% y finalmente y como tramo más elevado, a partir de los 300.000,3 euros se tributa al 52%.
El problema viene de la ausencia de la deflactación de las tarifas. Es decir, la fijación de los límites de cada tramo se estableció en el 2008 y desde ese año los precios se han incrementado, es decir, se ha producido inflación, con lo que 17.707,20 euros de 2008, hoy no valen lo mismo, valen menos.
En términos de poder adquisitivo 17.707,20 euros de aquel entonces, hoy equivaldrían a 19.202,05 euros. Por lo que para empezar a tributar al 30% hoy, debería establecerse a partir de dichos 19.202,05 euros y no, como va a ocurrir, a partir de 17.707,20 euros.
He aquí la Progresividad en frío y he aquí la injusta pérdida de poder adquisitivo que provoca la no deflactación de la tarifa del impuesto sobre la renta.

H.F.C.

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